Tokio, 21 jul (PL) La organización ecologista Greenpeace Japón denunció hoy los altos niveles de contaminación radiactiva en las riberas de los ríos de la prefectura de Fukushima, donde se sitúa la central nuclear accidentada en 2011.
La institución hizo 19 pruebas en el sedimento de tres ríos de la región, el Abukuma, el Niida y el Ota en febrero y marzo de este año. Los resultados indicaron que se habían arrojado 18 niveles de más de mil becquereles de material radiactivo por kilo.
Según el informe oficial de Greenpeace, una de las muestras recogidas a 30 kilómetros al noroeste de la planta nuclear, indicó la presencia de 29 mil 800 becquereles de cesio 134 y cesio 137 por kilo de sedimento.
«El impacto radiológico de la catástrofe nuclear de Fukushima en el medio acuático, con consecuencias tanto para la salud humana como del medio ambiente, no se limitan sólo a los primeros años (tras el accidente)».
La alerta de Greenpeace llega pocos días después de que la operadora de la central de Fukushima admitiera, por primera vez, que su sistema para controlar la filtración de aguas subterráneas en los sótanos de los reactores -agua mezclada con el refrigerante radiactivo y luego va al mar- no es capaz de detener el 100 por ciento del flujo.
En este sentido, el comunicado destaca que existen amenazas presentes y futuras, principalmente los vertidos continuados (de agua radiactiva) desde la planta en sí y la progresiva diseminación de la contaminación que existe en el suelo de la región a través de bosques, ríos, lagos o estuarios costeros.
Provocado por el terremoto y posterior tsunami de marzo de 2011, el accidente en la planta de Fukushima Daiichi, fue el peor desde el de Chernóbil, Ucrania, en 1986.
Aún existen evacuadas miles de personas que vivían junto a la central y se vio afectada la agricultura, la ganadería y la pesca locales, debido a las emisiones y vertederos radiactivos de la planta.